Catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987, Puebla es una de las ciudades más hermosas para visitar en México, capital tanto gastronómica como cultural. Dominada por las imponentes siluetas de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, Puebla se enorgullece de su historia: las tropas mexicanas derrotaron allí al ejército francés en 1862.
Fundada en 1531 por los españoles, durante mucho tiempo se la ha llamado la Ciudad de los Ángeles (“Ciudad de los Ángeles”). Visitar Puebla se podría resumir, en una palabra: “barroco”. Sin duda, él definiría mejor esta ciudad con sus sabores complejos que seducen el paladar, sus formas elaboradas que cautivan la mirada, su irresistible conjunto de leyendas e historias, calles sinuosas, fuentes, jardines, mercados de artesanías y callejones de artistas y un horizonte en donde destacan las cúpulas de las iglesias.
Para ayudarte a planificar su viaje, hemos enumerado las mejores cosas para hacer en Puebla, México para usted:
Déjate deslumbrar por la Capilla del Rosario

La Capilla del Rosario (“Capilla del Rosario”) es la parte más suntuosa de la Iglesia de Santo Domingo. Su decoración barroca no dejará de deslumbrarte. Situada al lado sur del altar mayor, la capilla se distingue por sus esculturas ornamentales, pinturas y detalles trabajados con pan de oro que crean un efecto extravagante, de ahí su nombre La Maison Dorée (“La Casa Dorada”). Las vidrieras de la planta superior dejan pasar la luz y dan un magnífico resplandor dorado. ¡Este lugar típico de los refinamientos del arte barroco mexicano no te defraudará!
Sorprenda su paladar con la gastronomía poblena

La gastronomía de Puebla es una de las más emblemáticas y suculentas del país y llena de orgullo a sus habitantes. Los platos son especialmente originales y se puede degustar el mole pobleno, una salsa en la que se mezclan chocolate, pimientos, nueces, almendras y sésamo; de chiles en nogada (pimientos rellenos); o postres de increíble creatividad como tortitas de Santa Clara (galletas pequeñas), camotes (una especie de camote confitado), dulce de pepita (panqueque de semillas de calabaza caramelizadas), jamoncillos (dulces hechos con azúcar y leche) o muchas frutas confitadas.
Cultívate en la Biblioteca Palafoxiana, una pionera estadounidense

La Biblioteca Palafoxiana, la primera biblioteca pública del continente americano, alberga una de las mayores colecciones de conocimiento humano: contiene 40.000 volúmenes, todos guardados en estanterías de cedro y diferentes variedades mexicanas de pino que datan del siglo XVIII.
Encontrará esta perla cultural en el último piso de la Casa de Cultura de Puebla, en una amplia y suntuosa sala abovedada. Una pintura de la Virgen de Trapanni, obra del maestro siciliano Nino Pisano, vigila la parte central del salón. Más que una joya histórica, esta biblioteca es también una obra artística en sí misma.
Da un paseo por el paraíso de los compradores: El Parián de Puebla

El mercado de El Parián es el lugar perfecto para adquirir artesanías tradicionales de la región. Ubicado en la antigua plaza San Roque, te recibe todos los días para disfrutar de sus 100 stands que ofrecen creaciones de todo el Estado.
Por lo tanto, encontrará magníficas piezas en talavera, una especie de cerámica con patrones muy coloridos, textiles, artículos de cuero, joyas, alfarería, objetos de madera, puestos de dulces y muchos otros recuerdos típicos de México.
Sube a la cima de la Pirámide de Cholula

Ubicada a unos diez kilómetros de Puebla, Cholula es una de las ciudades aún habitadas más antiguas de México. Está establecido al pie de la pirámide más grande jamás construida por el hombre. Esta gigantesca estructura, de más de 405 metros de longitud, está dedicada a Quetzalcóatl, una deidad panmesoamericana representada por una serpiente emplumada.
Una pirámide puede esconder otra. Esta construcción es en realidad obra de diferentes pueblos mexicanos, quienes han superpuesto 7 pirámides, cubiertas a lo largo del tiempo por vegetación. Los conquistadores del siglo XVI no notaron la extrañeza de esta montaña. Incluso construyeron la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios encima de ella, sin darse cuenta de que caminaban sobre un enorme complejo de pirámides.
Aventúrate a los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl

Déjate tentar por una caminata siguiendo los pasos de la mitología azteca: el guerrero Popocatépetl estaba enamorado de Iztaccíhuatl, la codiciada hija del rey. Este último prometió la mano de su hija al valiente guerrero, con la condición de que regresara victorioso de la guerra. Un rival celoso hizo creer a la princesa que su amado había muerto en batalla. Murió de dolor. A su regreso, luego de enterarse de la muerte de quien amaba más que nada, Popocatépetl tomó el cuerpo de Iztaccíhuatl y lo llevó a la cima de una montaña, donde se dejó morir a su lado. Los dioses se movieron, los cubrieron de nieve y los transformaron en una montaña.
La montaña Iztaccíhualt fue llamada “mujer dormida” porque sus picos, que se pueden escalar, tienen la forma de una mujer acostada de espaldas. En cuanto al Popocatépetl, se convirtió en un volcán cuya rabia llueve fuego sobre la tierra. La visita de este último volcán está prohibida al público, pero se puede admirar desde lejos o desde los picos de la montaña cercana.
Sumérgete en la historia mexicana en el Museo Amparo

El Museo Amparo, ubicado en dos edificios coloniales, un palacio y un hospital, tiene una impresionante colección de arte mexicano prehispánico, colonial, moderno y contemporáneo. Pasea por las ocho salas dedicadas al México prehispánico para descubrir más de 2000 piezas que representan antiguas civilizaciones mexicanas. Entre todos estos objetos, puedes admirar jarrones, figuras antropomórficas y de animales, estelas, altares, esculturas o incluso herramientas. Para guiarte, una línea de tiempo muestra la cronología de México en una pared completa, desde la antigüedad hasta la actualidad. ¡Conocerás la historia del país!
Visita la Catedral de la Inmaculada Concepción

La Catedral de Puebla se encuentra cerca de El Zocaló, la plaza principal de la ciudad. Es la catedral más grande y antigua de México. Iniciado en 1575, se necesitaron 74 años para construirlo. Esto explica los diferentes estilos arquitectónicos. Así, la fachada te recordará más al Renacimiento, mientras que el interior remite al estilo neoclásico o incluso al barroco. Tampoco podrá perderse sus dos torres de hierro forjado que alcanzan un pico de 74 metros de altura.
Este gran edificio, ricamente decorado, bien merece una visita, al menos para aprovechar la unión arquitectónica que lo hace tan especial.
Recuerda la victoria mexicana en Los Fuertes de Loreto y Guadalupe

Fue en los fuertes de Loreto y Guadalupe, en Puebla, donde ocurrió un hecho histórico: la victoria de un pueblo indígena contra un poder imperial. El 5 de mayo de 1862, los ejércitos del Segundo Imperio Francés fueron derrotados por un batallón mexicano la mitad de grande. Hoy puedes visitar los fuertes donde se enfrentaron los dos ejércitos. Los mexicanos celebran esta victoria una y otra vez porque, si posteriormente el ejército mexicano fue derrotado, esta batalla simboliza la unidad del país.
Camina por las calles de Xanenetla

Un proyecto innovador e insólito ha surgido en este distrito de Puebla, con el fin de promover la cohesión social y la vida vecinal: el Colectivo Tomate ha puesto en marcha un taller de pintura mural urbana en colaboración con los habitantes del distrito, el Estado y otras agencias. Esto dio origen al “muralismo social”, concepto que caracteriza la identidad cultural y revolucionaria mexicana. El barrio de Xanenetla fue elegido por su historia, así como por su original arquitectura basada en piedras volcánicas.
No puedes dejar de admirar las originales y coloridas paredes de Xanenetla, que cuentan las historias de familias y definen la identidad de este hermoso barrio.